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sábado, 27 de febrero de 2010

¿Eh?

Diálogo entre mamá y yo, un jueves a la noche.

- ¡Maaaaaa… Salgo!
- ¿A dónde vas?
- No sé
- ¿Quiénes van?
- No sé
- ¿A qué hora volvés?
- No sé
- ¿Cómo volvés?
- No sé
- Bueno, chau…

Salgo de casa sintiéndome absolutamente libre e independiente. Antes de haber dado tres pasos, me caen todas las fichas de golpe: ¿Desde cuándo? Es raro. Vuelvo.

- Ma, ¿Estás bien?
- ¿No te ibas vos?
- Si… ya me voy…
- Me tapás la tele…

Entonces me doy cuenta, no soy libre ni independiente. Mamá está mirando el final de la novela.



¿?


¡Abrí los ojos!
Mirame, mirate
¿Qué nos estamos haciendo?
¿Por qué nos estamos lastimando?

Ya no logro distinguirme,
ya no me conozco.

Dejemos de herirnos.
Empecemos a cuidarnos.

viernes, 26 de febrero de 2010

TKM

Mis sueños son confusos. Algo vibra, es la almohada o mi cabeza, no estoy segura. Me lleva varios segundos despertarme lo suficiente como para entender que es el celular. Cuando logro enfocar la titilante pantallita, veo que un fulano no tan deseable me envió un sms o mensaje de texto, como prefiero llamarlo, que dice:

“flz prmavra!! tkm spro vrt prnto bso”

Recibido: 08.32am 21/09/09

Me siento en la cama, con el móvil en la mano, la cabeza me da vueltas. Leo y releo el texto sin terminar de comprenderlo. Me despertaron a las ocho y media de la mañana, para desearme feliz primavera, en un idioma híbrido entre el castellano desvirtuado y el ruso argentinizado.
Me pregunto con desapego: ¿Dónde están las vocales? Y tkm ¿qué es eso? Mi estupefacta mente logra comprender que significa “te quiero mucho”, pero ¿tkm? ¡Quiero ni siquiera se escribe con k!
Doy un suspiro resignado, me acuesto y vuelvo a dormir prometiéndome responder el mensaje con todo el cariño que aquel fulano se merece.


Instrucciones para cruzar una avenida



Habrá usted notado cuando camina, por una cuidad, suele cruzar calles. Una calle es un espacio que puede o no estar cubierto de asfalto y que se encuentra entre el final de una cuadra y el comienzo de otra y por la que circulan vehículos en una u otra dirección. En caso que la distancia entre un lado y otro exceda lo normal y/o que dichos vehículos puedan desplazarse en ambas direcciones, la calle pasará a llamarse avenida.

En los próximos renglones usted encontrará instrucciones sencillas para llegar ileso de un lado a otro.

1- Sopesar si lo que hay del otro lado de la avenida vale el esfuerzo de cruzarla y si puede obtener eso que busca del lado en que usted ya se encuentra. En caso de optar por lo primero continúe con el siguiente paso.

2- Posiciónese a un paso de la división entre la vereda y la calle. Dicha división suele ser un desnivel determinado por una franja angosta de cemento llamada “el cordón de la vereda”. Asegurese de no encontrarse en posición paralela al piso, pues así le será difícil avanzar.

3- Avance con determinación un paso de manera tal que la pequeña parte del calzado que contiene los dedos de sus pies quede suspendida fuera del cordón de la vereda.

4- Mueva la cabeza en un ángulo de entre 45º y 90º hacia la izquierda y observe con atención si algún vehículo se dirige con dirección hacia usted. Si esto es así, analice a que distancia se encuentra y a que velocidad avanza ( y si esta es constante o no). Decida si cruzará o no en base al tiempo en que calcula que el vehículo llegará a donde usted se encuentra. En caso afirmativo avance al siguiente paso, sino espere.

5- Repita el procedimiento anterior, volviendo la cabeza rápidamente hacia la derecha.

6- Calcule el tiempo que tiene para cruzar en base a la observación realizada en los pasos 4 y 5. Decida si hacerlo o no.

7- Avance con la mayor rapidez posible, poniendo atención a los vehículos en movimiento y en especial a la velocidad y dirección de los mismos, con el fin de evitar una colisión en la que el mayor damnificado sería usted.

Nota: se recomienda no correr ni vacilar.

8- Una vez que haya alcanzado el lado opuesto al que se encontraba y sin cesar en

el avance, levantar el pie derecho lo suficiente como para no tropezar con el

cordón de la nueva vereda.

9- Detenga su andar. Gire el torso unos 90º aproximadamente para mirar hacia atrás.

Regocíjese de su triunfo.

ATENCIÓN: En caso de no haber comprendido las anteriores instrucciones, se recomienda no cruzar, sin antes buscar a alguien que le indique como hacerlo.


jueves, 25 de febrero de 2010

Pogo

Quiero que se tome conciencia de esa característica tan propia del cromosoma Y de golpear innecesariamente en el pogo.